Nuestros pacientes más pequeños, bebes entre 1 més a 2 años, son los principales perjudicados de una afección viral respiratoria aguda que ataca a los bonquios de menor tamaño, llamada bronquiolitis, provocando un aumento en la secreción de moco. En paises como Francia cada año cerca del 30% de los recién nacidos son afectados.

Este virus también llamado Virus Respiratorio Sincilial, prolifera en periodos epidémicos entre mitad octubre, con un pico en diciembre, para terminar al final del invierno. Muy contagioso ya sea por contacto directo mediante estornudos o secreciones nasales, como por contacto indirecto por manos u objetos. El virus sobrevive 30 minutos sobre las manos, 3 horas sobre la ropa, y 7 horas sobre las superficies. Los adultos son verdaderos transportadores de virus.

La transmisión de este virus esta facilitada por las grandes aglomeraciones (transportes en común, colegios, guarderías, supermercados). Mayores y pequeños pueden ser atacados por el virus en diferente gravedad. Los recién nacidos son particularmente sensibles debido a:

• La fragilidad de sus defensas inmunitarias todavía en desarrollo.
• El tamaño de sus bronquios (bronquiolos), de fácil obstrucción.

Los primeros síntomas corresponden a una rinofaringitis no grave: moqueo de la nariz, estornudos, tos, y fiebre en general no alta.
A estos síntomas se le sumaran más tarde fiebre moderada, ruidos respiratorios, aceleración de la respiración, dificultades para la alimentación y por lo tanto para la hidratación, mal dormir, lloros, y agitación.

Con la aparición de estos síntomas será necesario un exámen médico donde se proporcionará un tratamiento básicamente sintomatológico en el que la fisioterapia resipratoria tiene un papel primordial.
Esta deberá efectuarse lo antes posible y el número de veces semanales que el bebe lo requiera.

La bronquiolitis adopta gravedad solo en el 2-3% de los niños afectados, que requerirán asistencia hospitalaria. En la gran mayoría de los casos el seguimiento médico del pediátra y la vigilancia de los síntomas serán suficientes.
Los síntomas de gravedad que debemos vigilar son:

• Rechazo del alimento
• Problemas digestivos: regurgitaciones inhabituales, vomitos debido al esfuerzo de toser.
• Cambios en el comportamiento.
• Deterioro del estado respiratorio.
• Fiebre elevada superior a 38º5 prolongada más de 2 dias.

Daremos especial atención a los niños de riesgo: los más pequeños considerados los menores de 3 meses (estos privilegian la respiración nasal hasta esta fecha, de ahí la importancia de tener la nariz no obstruida), los prematuros, y aquellos que sufren de patología cardíaca o respiratoria.

¿Cómo prevenirla?
Ya que no existe vacunas contra el virus responsable, ni tratamiento viral eficaz, el tratamiento más importante será el preventivo:

• Lavar y adoptar medidas de higiene de manos, juguetes u objetos que esten en contacto con el bebe frecuentemnte,
• Utilizar pañuelos desechables.
• Limitar el contacto con otras personas enfermas, como hermanos, amigos.
• En épocas de epidemia evitar los lugares públicos donde circula el virus.
• Prohibido el tabaquismo, intercambio de biberones o chupetes entre bebes.
• La leche materna esta recomendada para disminuir el riesgo de infección en el recién nacido.

Los consejos para ayudar a que el bebe respire mejor son:

• Darle de beber muy regularmente en pequeñas cantidades.
• Fraccionar la comida, al igual que con los líquidos, en pequeñas cantidades y más tomas.
• Limpiarle la nariz regularmente antes de cada comida y antes de acostarlo.
• Tumbar al bebe boca arriba ligeramente elevado.
• Evitar la exposición al humo del tabaco.

La fisioterapia respiratoria ayuda a la evacuación de las secreciones de moco, con técnicas de desobstrucción: Aumento del flujo espiratorio, drenaje rinofaríngeo (DRF), y tos provocada.